Comienza con una pieza de pan -- telera, bolillo, pan italiano o francés. Pártelo en dos por lo largo. Si el pan es muy esponjado, quita un poco de la migaja masuda para evitar que al morder la pieza se quede uno con la boca llena de demasiado pan. Separa las mitades y, si lo deseas, úntalas con un poco de mantequilla y tuéstalas sobre un comal o una sartén caliente.
Unta la mitad inferior con un poco de frijoles refritos (que estén relativamente secos y pastosos para que el pan no se moje). Encima coloca las rebanadas de carne y queso o el guiso que vayas a usar. Agrega lechuga picada, rebanadas de jitomate, cebolla y aguacate o los elementos que gustes.
Unta la otra mitad del pan con mantequilla, crema o aguacate machacado y colócala encima de todo. Presiona ligeramente para que la torta quede compacta; pártela en dos si lo deseas. Sirve tu torta con salsa picante o chiles en vinagre.
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